María de las Montañas (Leticia Dolera) es una treintañera que ha perdido su trabajo y que vuelve de la noche a la mañana a casa de sus padres. Después de un largo período independizada, el regreso se antoja complicado, algo que gente de mi generación hemos vivido, por desgracia, o por suerte. Interesada en su búsqueda de una «vida normal», que para ella consiste en tener trabajo, amistades, vida social, pareja.. conocerá a Borja (Manuel Burque) con el que acordarán ayudarse mutuamente para ser más «normales».
Precisamente la película está recomendada para los que buscamos algo más que un desenlace, quizás para los «no-normales» del cine, pues el final está claro desde el principio. Esta hecha para aquellos que vemos el cine como una forma de divertirnos, pero sobretodo para los que aprendemos experiencias de vida a través de la contemplación de buenas historias en la gran pantalla.
Todo empieza con una pregunta de María: ¿Qué es una persona «normal»? Es en las preguntas dónde reside la fuerza del cambio. Es en cuestionarnos nuestros valores y nuestros sentimientos, en atreverse a indagar. En las preguntas que hacemos a los demás y especialmente en las que nos hacemos a nosotros mismos donde encontramos una buena parte las respuestas. Es a través de ésta y otras preguntas donde girará toda la trama. Se dice en Coaching, que en el hablar desvelamos nuestro ser, nuestras intenciones, por ello la escucha atenta es la herramienta más importante. Siguiendo esto último ¿Qué nos estará diciendo la protagonista con esa pregunta?
No hay nada más complejo en el cine que representar las emociones humanas de manera sencilla y creíble, sin florituras ni efectos especiales. Esta película lo consigue. Las preguntas trascendentes dentro de las relaciones de pareja y de la vida en general están representadas sin añadirle la sal que se le da en el cine de altos vuelos. Los momentos de duda existencial, los silencios y las miradas entre los protagonistas nos hablan mucho más que los diálogos acerca de cada uno de ellos, no hace falta más.
Es una película optimista, donde observar que hay miles de oportunidades en la vida, que solo hay que atreverse a elegir. Que hay que saber escuchar lo que sentimos, lo que nuestro interior nos dice que hagamos e ir a por ello. Allí podemos encontrar algo diferente, magnífico o desagradable, pero jamás un error. El error es no arriesgarse, no ir a por lo que uno ama.
Y de amor precisamente trata la comedia, como no podía ser de otra manera. Amor a la familia, amor a tus amigos, pero sobretodo amor a uno mismo. Amor a lo que se siente y fidelidad al corazón por encima de todo. Allí encontramos las Respuestas.
El amor en las relaciones familiares es de inmensa importancia para nuestra salud emocional. Más aun cuando vuelves a casa de tus padres. Las personas más cercanas afectan sobre nuestros estados de ánimo más de lo que muchas veces creemos o queremos creer. Las relaciones sanas con los miembros más cercanos, ayudaran y potenciaran la estabilidad emocional de María. Somos seres sociales, en nuestra estabilidad también tienen mucho que decir las relaciones cercanas, y no hay nada más cercano que las personas con las que convivimos en nuestro hogar.
La película es un reflejo de la búsqueda de la protagonista, de la superación de sus miedos y de la toma de conciencia de su realidad. Un viaje hacia el descubrimiento de que la diferencia entre estar o no en el camino acertado se nota en el interior.
Alberto Díaz
Coach y Director de DaysOfJohn
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