¡No me escucha!

Tenemos la idea de que cada uno de nosotros, escuchamos lo que nos dicen los demás, tal y como los demás nos lo dicen. Pensamos que si una persona dice «te quiero», la otra escucha exactamente esas palabras. La comunicación no es tan sencilla, en mi opinión, no podemos reducir todo el acto de comunicación a las palabras y a sus significados.

La concepción clásica, trata al ser humano como ordenadores, donde se habla de buena comunicación si el mensaje enviado es idéntico al recibido. Pero el ser humano es complejo y la interpretación del mensaje no lo es menos. Existen tantas interpretaciones como seres humanos, por tanto, cuidar el contexto y lo que llamamos «trasfondo de obviedades» es clave para una comunicación efectiva.

El mundo emocional de un receptor va a determinar la manera en como nuestro mensaje será escuchado. Ello quiere decir que el mismo mensaje escuchado en horas diferentes del día tiene un significado u otro. ¿Quiere decir esto que debo adivinar cómo se encuentra el otro a la hora de enviar un mensaje escrito o hablado? No. Se trata de tener en cuenta que tu mensaje va a ser interpretado por una persona diferente de ti, y que puede recibir un «hasta luego» de mil y una maneras según su estado de ánimo y ello tendrá consecuencias en la relación de ambos y en su respuesta.

Por ello, debemos cuidar que el mensaje se ha comprendido una vez emitido. Parafrasear con las propias palabras el contenido es una herramienta poderosa para evitar malinterpretaciones. Por ejemplo: ¿He entendido que si me dan una explicación acerca de un hecho, debo devolver la explicación en mis propias palabras? Si quieres evitar errores de comprensión, si.  Aún así, cabe recordar que son nuestras diferencias lo que nos hace querer establecer relaciones con los demás, pues si todos fueran como nosotros y pensaran como nosotros, no habría lugar para nuestro crecimiento. Son las singularidades que valoramos positivamente en los otros lo que nos lleva a querer mantener o establecer relaciones.

No sentirse escuchado, por otro lado, es paradójicamente una de las causas más comunes de infelicidad en las personas, en nuestro mundo hiperconectado. Creo que una de las claves para una vida en sociedad efectiva radica en una escucha atenta de las necesidades de las personas con las que nos relacionamos y en el descubrimiento de nuestras carencias y deseos a través de las interacciones con los demás.

Alberto Díaz

 

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2 comentarios en “¡No me escucha!

    • Estimado Oscar, estoy de acuerdo en q puede ser difícil la tarea para muchas personas, pero no considero una misión imposible. La escucha, a mi juicio, debiera enseñarse en la escuela primaria pues muchas de las situaciones de nuestra vida podrían mejorarse con una escucha mas atenta.

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